miércoles, 22 de mayo de 2013

REFLEXIÓN SOBRE EL VALOR DE LA HISTORIA Y LOS VALORES EN LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA, DE PRIMITIVO SÁNCHEZ DELGADO


Confieso que la historia es una de mis asignaturas favoritas, en consecuencia el artículo me resultó muy interesante en su totalidad. Al disertar retomé varias ideas, sin embargo, para hacer amena la lectura, en esta breve cuartilla manifiesto mi reflexión procurando cuidar la objetividad y veracidad.

En la primera idea que elegí del autor, sugiere que los métodos aplicados a la enseñanza de la historia no pueden ser independientes de los contenidos que se enseñan, también indica que los temas deben llevar inmerso valores y aspectos éticos.

En otro párrafo Sánchez Delgado hace un bosquejo conceptual y rescata las principales concepciones sobre la historia. La historia durante su propia historia en el tiempo ha adoptado diferentes enfoques. Algunos historiadores como Heródoto y Tucídides escribieron la historia como referencias de hechos y para que podamos juzgar en el futuro. Otros autores como Cicerón, Polibio y Plutarco lo enfocaron más para que fuera referencia en la política. Los historiadores del Renacimiento italiano pretendían aconsejar a los príncipes de los pequeños Estados para justificar su existencia a partir de antecedentes históricos. Para Comenius (1986) la historia «es la parte más hermosa de la erudición» (p. 299). Otros autores a la historia la han considerado maestra de la vida, porque enseña lo que es el hombre.

Otro aspecto relevante que el autor rescata, es la clasificación de la historia. Particularmente considero indispensable conocer estas categorías para saber distinguir y clasificar cada contenido de historia que enseñamos a nuestros alumnos de primaria. Sánchez Delgado considera que los historiadores han visto en la historia sentidos, utilidades, valores y funciones diversas, estas diversas ópticas hacen que la historia se clasifique en: Historia literaria: es la función de la historia narrativa, de esa historia que no se preocupa de las causas, ni de establecer leyes, y que se limita a poner en un orden temporal los hechos, preocupándose sobre todo de lo poéticos que es capaz de suscitar emociones. Ejemplo de ello es la historia que escribió Heródoto. Historia didáctica: a la historia se le ha atribuido una función de enseñanza a través de los ejemplos positivos que ofrece y que conviene imitar. Muchos son los que han coincidido con la definición de la historia de Cicerón como magistra vitae. Sin embargo otros autores ven el lado negativo como útil, en complemento a lo anterior Ortega y Gasset (1983), afirman: El saber histórico es una técnica de primer orden para conservar y continuar una civilización provecta. No porque dé soluciones positivas a los nuevo conflictos vitales, sino porque evita cometer los errores ingenuos de otros tiempos (p. 99). Historia gnoseológica: de conocimiento en sí mismo, para satisfacer la necesidad de conocer del hombre. Historia social: esta función centra el interés de la historia en el conocimiento y comprensión del presente. Pretende establecer una cierta organización del pasado que dé respuesta a las necesidades del presente y, en consecuencia, organiza aquél en función de los requerimientos de éste. Existe lo que podríamos denominar dos tendencias o enfoques dentro de esta función social: a).- Apologética: que trata de resaltar en la historia las virtudes y valores del propio grupo y los defectos de los demás. Es la historia que trata de legitimar el poder y el dominio de ciertos grupos o naciones sobre los demás basándose en una supuesta superioridad debida a sus orígenes. a).-Crítica: Frente a la historia apologética, la historia crítica pretende ser un instrumento de liberación. Explicando lo anterior, ilustremente Diderot opina: Si desde los primeros tiempos, la historiografía hubiese tomado por los cabellos y arrastrado a los tiranos civiles y religiosos, no creo que estos hubiesen aprendido a ser mejores, pero habrían sido más detestados y sus desdichados súbditos habrían aprendido tal vez a ser menos pacientes» (citado por L. González. [985: p. 63). Historia teórica: La historia tiene la función de comprensión del pasado, de intentar realizar un análisis explicativo del pasado y no limitarse a la acumulación de datos o a la narración de hechos sucesivos o yuxtapuestos. Es el intento de Vico (1985b) de explicar a través de sus trilogías «el constante y nunca interrumpido orden de causa y efecto, siempre en movimiento en las naciones» (p. 161). Historia  científica: Suelen atribuirse las mayores aspiraciones científicas a la llamada historia cuantitativa, que pretende establecer generalizaciones a partir del análisis de largas series de datos demográficos y económicos fundamentalmente. Según los historiadores de esta corriente, la historia científica permitiría, si no predecir el futuro, si prever las corrientes que llevan a distintos puntos. Quizá el problema de la cientificidad de la historia estriba en que es una ciencia en construcción.

En complemento a lo anterior, con cada una de sus clasificaciones, la historia sirve para dominar, conservar, someter, reproducir, adormecer, acallar, legitimar al poder, imponer una visión determinada del pasado o del presente; también sirve para libertar, regocijar, emocionar, independizar, tomar conciencia, comprender, explicar, recordar, reconocer. Cada tipo de historia cumple una función, tienen una utilidad y pueden ser legítimas, lo más importante es ser consciente y saber que se pretende con la historia que se hace, conoce o que se explica en el aula. La historia en la escuela tiene como misión proponer modelos de vida a seguir y crear una conciencia colectiva determinada sobre el propio presente.

Sánchez Delgado cita a Lewis (1979) quien propone otra clasificación de la historia no menos interesante que la que ya fue mencionada en párrafos anteriores: Lewis indica que la historia puede ser: Recordada: Cuando constituye la memoria colectiva de una comunidad o de una nación y es conmemorada en ceremonias, monumentos y fiestas y enseñada en la escuela elemental. «Dicha historia encarna la verdad poética y simbólica, aun cuando haya inexactitud en los detalles: mas si pone en peligro la propia imagen, o si el pasado recordado no encaja con ella, en ese momento se la desecha como falsa» (p. 22). Rescatada: Si recupera acontecimientos, personas e ideas que habían sido olvidadas y «es fruto del descubrimiento y revaluación del pasado por la crítica erudita» (p. 23). Inventada: Muchas veces el tipo anterior desemboca en éste. La historia inventada no es algo nuevo. «Es común a todos los grupos humanos» (p. 23).

Yo considero válidas las dos clasificaciones propuestas, debido a que ambas nos llevan a sendas de verdad, aún cuando la historia sea solo una y existan diversas versiones que la expliquen, algunas afines y otras contrastantes; conocerla es mejor que ignorarla ya que, “quien no conoce su historia está condenado a repetirla”. Haciendo un paréntesis, al buscar el autor de la frase antes citada, mi sorpresa fue la diversidad de autores a los que se les atribuye, entre ellos  George Santayana, Aristóteles, Julio Cesar, Bonaparte, Simón Bolívar, etc.; sin duda esto es un ejemplo del contraste histórico, sin embargo, para mi consuelo al no encontrar definitivamente al autor, Manuel Machado en la “Copla” indica: “lo que se pierde de nombre se gana de eternidad”, y creo que esa famosa frase atribuida a diversos autores ya quedó para la posteridad.

Volviendo a la temática de los valores, al respeto el autor sugiere que la enseñanza de la historia está cargada siempre de valores, por más que en algunos momentos se haya tratado de ocultar. Lo que al profesor le queda ante esta realidad es tomar conciencia de ella para intentar no caer en la burda manipulación y, con alumnos que ya poseen una cierta formación, emplear una gran dosis de sinceridad, explicitando su postura concreta para permitir que los alumnos puedan ejercitar su derecho a la resistencia y a su libertad de compartir o no la visión del profesor. En complemento Paulo Freire (1973) dice: «El educador, en un proceso de concientización (o no), como hombre, tiene derecho a sus opiniones. Lo que no tiene, es el derecho de imponerlas» (p. 89). En otros párrafos se propone que la historia, como objeto de enseñanza escolar, puede y debe servir para desarrollar en el alumno una capacidad de pensamiento histórico, de comprensión crítica del pasado, y respeto hacia los demás, y en definitiva, para conseguir establecer ante las situaciones presentes una capacidad de análisis racional, que evite la acción irracional por una percepción deficiente, sesgada o manipulada de los hechos. En la clase de historia inevitablemente trasmitimos valores a nuestros alumnos, y la historia es un instrumento ideal para ejercer.

Para concluir, plasmo los siguientes aspectos que ayudan a desarrollar valores en nuestros alumnos:

a)       Contribuir en la mayor medida posible a la participación activa en clase de nuestros alumnos.
b)       Implicarlos totalmente en la planificación y en la toma de decisiones sobre su propio aprendizaje.
c)       Priorizar el desarrollo de la creatividad.
d)       Llevarles a la percepción de que la historia no es algo hecho y acabado, que hay que limitarse a aprender, sino una ciencia en construcción en la que todos podemos participar.
e)       Desmitificación de la ciencia como una actividad infalible, neutra, objetiva, autónoma y que ha avanzado de forma lineal y progresiva por el mejor de los caminos posibles.
f)        Mostrarles que la historia es en gran medida un producto de la reflexión del historiador y que, aun siendo ciertos los hechos, existe una gran diferencia entre seleccionar unos u otros.
g)       Analizar los conflictos sociales, y no sólo los bélicos, desterrando la idea de que todo conflicto es negativo, en lugar de obviarlos como se hace con excesiva frecuencia.
h)       Conseguir que nuestros alumnos se sientan productores de información, en lugar de meros receptores y repetidores de ella.

A pesar de la minuciosa lectura y mi razonamiento alcanzado en la comprensión del texto deseo saber: ¿Los valores aplicados a la historia son de índole universal?, ¡Gracias por colaborar!

A propósito de historia, les comparto un link sobre algunos hechos importantes en la historia de México. El final del video tiene un corte publicitario, omitan esa parte. 




5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. A los valores se les han llamado de muchas maneras y ya que cada nación o época les da un valor diferente pero si podemos mencionar que hay principios universales como la libertad, la justicia o la paz que se interpretan y se ejecutan según su ideología

    http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras32/textos3/sec_1.html

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    1. Hola Vianey, muchas gracias por tu valioso aporte. Saludos cordiales.

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  3. Los valores han surgido en los seres humanos con el objetivo de ajustar un control social al momento de relacionarnos con otras personas, pero desafortunadamente las personas adaptamos nuestras ideas a nuestra conveniencia, por lo tanto, esos valores lo adaptamos a nuestro estilo de vida, en pocas palabras cada país tiene su estilo de vida en el mundo, por lo tanto los valores son distintos, entonces aunque apliquen diferentes valores, a final de cuenta todos aplican valores, por lo cual se convierten en universales y las historia nos muestra cada uno de ellos.

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    1. Hola José Manuel, de acuerdo estoy contigo, el hecho de que la historia sea universal, los valores que en ella se involucran también lo son. Gracias por colaborar, saludos cordiales!

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