Confieso que la historia es una de mis asignaturas
favoritas, en consecuencia el artículo me resultó muy interesante en su
totalidad. Al disertar retomé varias ideas, sin embargo, para hacer amena la
lectura, en esta breve cuartilla manifiesto mi reflexión procurando cuidar la
objetividad y veracidad.
En la primera idea que elegí del autor, sugiere que
los métodos aplicados a la enseñanza de la historia no pueden ser
independientes de los contenidos que se enseñan, también indica que los temas deben
llevar inmerso valores y aspectos éticos.
En otro párrafo Sánchez Delgado hace un bosquejo conceptual
y rescata las principales concepciones sobre la historia. La historia durante
su propia historia en el tiempo ha adoptado diferentes enfoques. Algunos
historiadores como Heródoto y Tucídides escribieron la historia como
referencias de hechos y para que podamos juzgar en el futuro. Otros autores
como Cicerón, Polibio y Plutarco lo enfocaron más para que fuera referencia en
la política. Los historiadores del Renacimiento italiano pretendían aconsejar a
los príncipes de los pequeños Estados para justificar su existencia a partir de
antecedentes históricos. Para Comenius (1986) la historia «es la parte más
hermosa de la erudición» (p. 299). Otros autores a la historia la han considerado
maestra de la vida, porque enseña lo que es el hombre.
Otro aspecto relevante que el autor rescata, es la clasificación
de la historia. Particularmente considero indispensable conocer estas categorías
para saber distinguir y clasificar cada contenido de historia que enseñamos a
nuestros alumnos de primaria. Sánchez Delgado considera que los historiadores
han visto en la historia sentidos, utilidades, valores y funciones diversas,
estas diversas ópticas hacen que la historia se clasifique en: Historia literaria: es la función de la
historia narrativa, de esa historia que no se preocupa de las causas, ni de
establecer leyes, y que se limita a poner en un orden temporal los hechos,
preocupándose sobre todo de lo poéticos que es capaz de suscitar emociones.
Ejemplo de ello es la historia que escribió Heródoto. Historia didáctica: a la historia se le ha atribuido una función de
enseñanza a través de los ejemplos positivos que ofrece y que conviene imitar.
Muchos son los que han coincidido con la definición de la historia de Cicerón
como magistra vitae. Sin embargo otros autores ven el lado negativo como útil,
en complemento a lo anterior Ortega y Gasset (1983), afirman: El saber
histórico es una técnica de primer orden para conservar y continuar una
civilización provecta. No porque dé soluciones positivas a los nuevo conflictos
vitales, sino porque evita cometer los errores ingenuos de otros tiempos (p.
99). Historia gnoseológica: de
conocimiento en sí mismo, para satisfacer la necesidad de conocer del hombre. Historia social: esta función centra el
interés de la historia en el conocimiento y comprensión del presente. Pretende
establecer una cierta organización del pasado que dé respuesta a las
necesidades del presente y, en consecuencia, organiza aquél en función de los
requerimientos de éste. Existe lo que podríamos denominar dos tendencias o
enfoques dentro de esta función social: a).- Apologética: que trata de resaltar en la historia las virtudes y
valores del propio grupo y los defectos de los demás. Es la historia que trata
de legitimar el poder y el dominio de ciertos grupos o naciones sobre los demás
basándose en una supuesta superioridad debida a sus orígenes. a).-Crítica: Frente a la historia
apologética, la historia crítica pretende ser un instrumento de liberación. Explicando
lo anterior, ilustremente Diderot opina: Si desde los primeros tiempos, la
historiografía hubiese tomado por los cabellos y arrastrado a los tiranos
civiles y religiosos, no creo que estos hubiesen aprendido a ser mejores, pero
habrían sido más detestados y sus desdichados súbditos habrían aprendido tal
vez a ser menos pacientes» (citado por L. González. [985: p. 63). Historia teórica: La historia tiene la
función de comprensión del pasado, de intentar realizar un análisis explicativo
del pasado y no limitarse a la acumulación de datos o a la narración de hechos
sucesivos o yuxtapuestos. Es el intento de Vico (1985b) de explicar a través de
sus trilogías «el constante y nunca interrumpido orden de causa y efecto,
siempre en movimiento en las naciones» (p. 161). Historia científica: Suelen
atribuirse las mayores aspiraciones científicas a la llamada historia
cuantitativa, que pretende establecer generalizaciones a partir del análisis de
largas series de datos demográficos y económicos fundamentalmente. Según los
historiadores de esta corriente, la historia científica permitiría, si no
predecir el futuro, si prever las corrientes que llevan a distintos puntos.
Quizá el problema de la cientificidad de la historia estriba en que es una
ciencia en construcción.
En complemento a lo anterior, con cada una de sus clasificaciones,
la historia sirve para dominar, conservar, someter, reproducir, adormecer, acallar,
legitimar al poder, imponer una visión determinada del pasado o del presente; también
sirve para libertar, regocijar, emocionar, independizar, tomar conciencia,
comprender, explicar, recordar, reconocer. Cada tipo de historia cumple una
función, tienen una utilidad y pueden ser legítimas, lo más importante es ser consciente
y saber que se pretende con la historia que se hace, conoce o que se explica en
el aula. La historia en la escuela tiene como misión proponer modelos de vida a
seguir y crear una conciencia colectiva determinada sobre el propio presente.
Sánchez Delgado cita a Lewis (1979) quien propone otra
clasificación de la historia no menos interesante que la que ya fue mencionada
en párrafos anteriores: Lewis indica que la historia puede ser: Recordada: Cuando constituye la memoria
colectiva de una comunidad o de una nación y es conmemorada en ceremonias,
monumentos y fiestas y enseñada en la escuela elemental. «Dicha historia
encarna la verdad poética y simbólica, aun cuando haya inexactitud en los detalles:
mas si pone en peligro la propia imagen, o si el pasado recordado no encaja con
ella, en ese momento se la desecha como falsa» (p. 22). Rescatada: Si recupera acontecimientos, personas e ideas que habían
sido olvidadas y «es fruto del descubrimiento y revaluación del pasado por la
crítica erudita» (p. 23). Inventada:
Muchas veces el tipo anterior desemboca en éste. La historia inventada no es
algo nuevo. «Es común a todos los grupos humanos» (p. 23).
Yo considero válidas las dos clasificaciones
propuestas, debido a que ambas nos llevan a sendas de verdad, aún cuando la
historia sea solo una y existan diversas versiones que la expliquen, algunas afines
y otras contrastantes; conocerla es mejor que ignorarla ya que, “quien no
conoce su historia está condenado a repetirla”. Haciendo un paréntesis, al
buscar el autor de la frase antes citada, mi sorpresa fue la diversidad de autores
a los que se les atribuye, entre ellos George
Santayana, Aristóteles, Julio Cesar, Bonaparte, Simón Bolívar, etc.; sin duda esto
es un ejemplo del contraste histórico, sin embargo, para mi consuelo al no
encontrar definitivamente al autor, Manuel Machado en la “Copla” indica: “lo
que se pierde de nombre se gana de eternidad”, y creo que esa famosa frase atribuida
a diversos autores ya quedó para la posteridad.
Volviendo a la temática de los valores, al respeto el
autor sugiere que la enseñanza de la historia está cargada siempre de valores,
por más que en algunos momentos se haya tratado de ocultar. Lo que al profesor
le queda ante esta realidad es tomar conciencia de ella para intentar no caer
en la burda manipulación y, con alumnos que ya poseen una cierta formación,
emplear una gran dosis de sinceridad, explicitando su postura concreta para
permitir que los alumnos puedan ejercitar su derecho a la resistencia y a su
libertad de compartir o no la visión del profesor. En complemento Paulo Freire
(1973) dice: «El educador, en un proceso de concientización (o no), como
hombre, tiene derecho a sus opiniones. Lo que no tiene, es el derecho de
imponerlas» (p. 89). En otros párrafos se propone que la historia, como objeto
de enseñanza escolar, puede y debe servir para desarrollar en el alumno una
capacidad de pensamiento histórico, de comprensión crítica del pasado, y
respeto hacia los demás, y en definitiva, para conseguir establecer ante las
situaciones presentes una capacidad de análisis racional, que evite la acción
irracional por una percepción deficiente, sesgada o manipulada de los hechos.
En la clase de historia inevitablemente trasmitimos valores a nuestros alumnos,
y la historia es un instrumento ideal para ejercer.
Para concluir, plasmo los siguientes aspectos que ayudan
a desarrollar valores en nuestros alumnos:
a)
Contribuir en la
mayor medida posible a la participación activa en clase de nuestros alumnos.
b)
Implicarlos
totalmente en la planificación y en la toma de decisiones sobre su propio
aprendizaje.
c)
Priorizar el
desarrollo de la creatividad.
d)
Llevarles a la
percepción de que la historia no es algo hecho y acabado, que hay que limitarse
a aprender, sino una ciencia en construcción en la que todos podemos
participar.
e)
Desmitificación
de la ciencia como una actividad infalible, neutra, objetiva, autónoma y que ha
avanzado de forma lineal y progresiva por el mejor de los caminos posibles.
f)
Mostrarles que la
historia es en gran medida un producto de la reflexión del historiador y que,
aun siendo ciertos los hechos, existe una gran diferencia entre seleccionar
unos u otros.
g)
Analizar los
conflictos sociales, y no sólo los bélicos, desterrando la idea de que todo
conflicto es negativo, en lugar de obviarlos como se hace con excesiva
frecuencia.
h)
Conseguir que
nuestros alumnos se sientan productores de información, en lugar de meros
receptores y repetidores de ella.
A pesar de la minuciosa lectura y mi razonamiento
alcanzado en la comprensión del texto deseo saber: ¿Los valores aplicados a la historia
son de índole universal?, ¡Gracias por colaborar!
A propósito de historia, les comparto un link sobre algunos hechos importantes en la historia de México. El final del video tiene un corte publicitario, omitan esa parte.
REFERENCIAS
- El valor de la historia y los valores en la enseñanza de la historia, Primitivo Sánchez Delgado.
- http://www.los-poetas.com/j/machad1.htm#LA COPLA
- http://reflexiona-ciudadano.blogspot.mx/2012/02/aquel-que-no-conoce-la-historia-esta.html
- http://www.mundoconmisojos.es/quien-no-conoce-su-historia-esta-condenado-a-repetirla/
- http://es.wikipedia.org/wiki/George_Santayana
- http://foro.libertaddigital.tv/threads/10520-%C2%BFde-qui%C3%A9n-es-la-frase-el-que-olvida-su-historia-est%C3%A1-condenado-a-repetirla
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ResponderEliminarA los valores se les han llamado de muchas maneras y ya que cada nación o época les da un valor diferente pero si podemos mencionar que hay principios universales como la libertad, la justicia o la paz que se interpretan y se ejecutan según su ideología
ResponderEliminarhttp://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras32/textos3/sec_1.html
Hola Vianey, muchas gracias por tu valioso aporte. Saludos cordiales.
EliminarLos valores han surgido en los seres humanos con el objetivo de ajustar un control social al momento de relacionarnos con otras personas, pero desafortunadamente las personas adaptamos nuestras ideas a nuestra conveniencia, por lo tanto, esos valores lo adaptamos a nuestro estilo de vida, en pocas palabras cada país tiene su estilo de vida en el mundo, por lo tanto los valores son distintos, entonces aunque apliquen diferentes valores, a final de cuenta todos aplican valores, por lo cual se convierten en universales y las historia nos muestra cada uno de ellos.
ResponderEliminarHola José Manuel, de acuerdo estoy contigo, el hecho de que la historia sea universal, los valores que en ella se involucran también lo son. Gracias por colaborar, saludos cordiales!
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